domingo, 28 de junio de 2009

JAIME DIAZ

Foto: Armando Da Col (por aquel entonces con barba) junto a Jaime Díaz, en el estudio de animación de este último de la calle Perú, ciudad de Buenos Aires, 1984.

Allá por 1983, cuando tenía a mi cargo un Boletín del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro (20 páginas en el formato 17x22 cm), bajo el título “La Risa perdida” y la salvedad “Cuando no se pueden soslayar las necrológicas”, me referí a tres humoristas fallecidos en esos días -Alberto Cognigni (16 de junio), Manuel Kantor (8 de julio) y Alfredo Ferroni (17 de julio)-, anticipando que lo haría “sin solemnidad, limitàndome a asentar una justa valoración de su aporte al humor argentino”.

Con la misma apelación, voy a referirme hoy a la bien definida “semana negra para el dibujo y la animación argentina”, debido al fallecimiento de Jaime Díaz (20 de junio), Andrés Cascioli (24 de junio) y Guillermo Guerrero (25 de junio).

JAIME REYES DIAZ, fallecido el 20 de junio en California, fue tras su emigración a USA, un gran impulsor del dibujo animado argentino a partir de la instalación de un estudio de dibujos animados en su paìs de origen –era chaqueño- para realizar producciones de Hanna Barbera y otros famosos del país del norte.

En la prensa norteamericana publicaba su personaje Aladdin, y de su breve actuación en la Argentina, allá por 1957, puedo citar Fatalino (un tipo pesimista) –una de cuyas tiras puede verse reproducida en la página 229 del segundo tomo de mi Historia del humor gràfico y escrito en la Argentina-, que publicaba en “Cocodrilo”, revista editada por Juan Luis Ribas y Eliseo Plana.

Su estudio de dibujos animados en la Argentina abrió posibilidades laborales a muchos dibujantes argentinos, llegando algunos a compararlo en ese aspecto, con Quirino Cristiani, Juan Oliva, Dante Quinterno y Manuel García Ferré entre otros.

ANDRES CASCIOLI



Foto: Andrés Cascioli durante una visita al Museo de la Caricatura Severo Vaccaro, junto al Dr. Luis Fernández Vaccaro.



ANDRES CASCIOLI, fallecido el 24 de junio (como Gardel y Rodrigo, aunque unos cuantos años después que ellos), “argentino pero tano, de Avellaneda”, como él se definiera, habìa nacido en 1936 iniciando su actividad profesional en 1960, aunque no precisamente como caricaturista; comenzò dibujando historietas de guerra en publicaciones como “Casco de Acero”, “Maverick” y “Tucson”, desempeñando simultàneamente al poco tiempo, funciones de director. También por esa época participó en “Gente joven”.
Posteriormente se dedicó de lleno a la publicidad, hasta que decidiò independizarse y con un grupo de amigos formaron una agencia. “Y asì surgió la primer revista, que fue Satiricón”.
En “Satiricón” cuyo primer número apareció en noviembre de 1972, Andrés Cascioli figuraba como director estético y fue autor de algunas tapas controvertidas como la de “En boca abierta entran moscas”.
Tras la clausura del mensuario, Cascioli edita el quincenario “Chaupinela”, mostrando a partir de la primera tapa una ductilidad propia del dibujante publicitario que había sido por varios años, hasta que en diciembre de 1975 reasume sus funciones de director gráfico, al reaparecer, aunque por poco tiempo, la revista “Satiricón”, cumpliendo idéntica tarea en mayo de 1976, al aparecer “El Ratòn de Occidente”, de la que se desvincula poco después.
Dirige ese mismo año sin éxito, la revista de espectàculos “Perdón”; años después opinaría que su error “fue querer competir con una revista de espectàculo inteligente”. Codirigió “Rock Superstar” y finalmente, en junio de 1978 “sacó” “Hum®”, que según él “nació para mantener vivo, trabajando, a un grupo de gente inteligente que se quiere mucho entre sí”. A la sombra de “Hum®” nacerían “El Péndulo”, “Hurra”, “Hum® y Juegos” y “SuperHum®”, siempre bajo su dirección editorial.
En el catàlogo de una muestra de humor realizada en 1981 en el Teatro Municipal General San Martín se intentó una definición de la obra de este caricaturista:
“Los a veces monumentales originales de Cascioli son una galería viva de nuestras estupideces nacionales, sus torpes o ingenuos mentirosos, las figuritas repetidas desnudadas en su verdadero rostro…” Y se lanzaba una propuesta:
“Queden como testimonio perdurable de que en los años setenta –y los que siguen- como siempre, todo era cuestión de mirar bien y después animarse a pegar justo”.
Respecto a la que fuera su revista más exitosa –en gran parte por el compromiso asumido al aparecer- me preguntó en una oportunidad, Enrique Vázquez durante un reportaje radial, por qué yo, con mi trayectoria, no estaba en “Hum®”, respondiéndole que porque Cascioli nunca me había llamado, y yo nunca había ido a ofrecerme, algo que por otra parte, no hacía desde muchos años antes con ninguna nueva publicación (práctica que sin embargo resulta conveniente y necesaria cuando uno recién comienza en la profesión). Sin embargo, teníamos con Cascioli un buen trato, y la revista “Hum®” fue la que elogió con más entusiasmo, la aparición de mi Historia del humor gráfico y escrito en la Argentina; en un recuadro titulado “La resurrección de Eudeba” destinado a comentar el libro, destaca: “…Por eso hay que saludar con bombos, platillos y una orquesta entera, la aparición del primer tomo de Historia del Humor Grafico y Escrito En La Argentina”, correspondiente al período 1801-1939…” Y recomienda más adelante: “…El que se interese por este aspecto fundamental de la cultura nacional, no puede dejar de tenerlo. Y los que ya lo tenemos, quedamos a la impaciente espera del segundo tomo, que abarcará desde 1940 hasta 1985…”
Entre las posteriores propuestas de Cascioli, figuró “Humi”, una revista para chicos, que formaba parte de un proyecto de “hacer algunas publicaciones no conflictivas para respirar tranquilo y para adaptarme un poco al país”, según se sincerara en un reportaje para el periódico “Comunicàndonos”, señalando su deseo de no vivir como marginado.
Aunque la mayor parte de sus caricaturas las ha firmado con su nombre, Andrés Cascioli ha usado esporàdicamente los seudónimos de Andrew y Cas.

GUILLERMO GUERRERO



Ilustraciones: 1. Guerrero y su hobby de toda la vida; 2. Guerrero y su alter ego, Lúpin; 3. Placa colocada en el frente de su casa en el año 2007; 4. El Dr. Alposta y Guerrero junto a otros activos urquicenses; 5. Tapa de "Lúpin"; 6. Tapa de "Pinlu"; 7. Réplica del dibujo obsequiado por Guerrero a Walt Disney en 1941, donada al Museo de la Caricatura; Mesa redonda en el Museo de la Caricatura con la participación de Eduardo Ferro, Emilio Villalba Welsh, Guillermo Guerrero, Carlos Warnes y Helvio Botana, con la coordinación de Siulnas.



Y esta “semana negra” para el humor argentino termina de sacudirnos con el fallecimiento inesperado y repentino de Guillermo Guerrero, el 25 de junio. Desde su bajo perfil y su humildad extrema, era el gran referente para quienes abrazamos esta profesión; el nexo –en actividad permanente- entre el ayer y el hoy de los humoristas argentinos; el testigo presencial y parte de la fundación de la Asociación de Dibujantes de la Argentina, integrada por dibujantes de la talla de Francisco Vidal Quera, Bartolomé Mirabelli, Germán Loperena Vernet, Manuel Pintos Rosas, Florencio Molina Campos, Josè Luis Salinas, Adolfo Mazzone, Alcides Gubellini, Ramón Columba, Raúl Manteola, Alfredo Pranzetti, Saverio Lotito, Rodolfo Claro, Eduardo Alvarez, Juan Angel Cotta, Hugo D’Adderio, Juan Gálvez Elorza (Fantasio), Juan Carlos Huergo, Luis J. Medrano, José Montero Lacasa, Alejandro Sirio…
Guerrero había nacido en Buenos Aires el 26 de julio de 1923. Comenzó como ayudante de Lino Palacio, (cuyo primer pago conservó como una reliquia) con quien permaneció nueve años, pasando en julio de 1947 a la revista “Rico Tipo”, de Divito, quien llegaría a confiarle el cargo de jefe de dibujantes.
Paralelamente a sus tareas como ayudante de los consagrados, Guerrero –que también ha utilizado los seudónimos de Warrior y Memo- desplegó una gran actividad como historietista, especialidad en que se inició a través del diario “La Razón”, donde aparecieron sucesivamente Villa Mosquete 1625, protagonizada por los mosqueteros Moscato, Oporto y Anís –que después publicaron “Tit Bits” y “Piantadino”-, Cuentos del Abuelo , y Leré Leré –un gitano andaluz publicado posteriormente en “Bichofeo”.
Esta revista daría a conocer además, a Rubita –publicada también en “El Trencito”-, Tanguito y Langosta, y Ño Ciriaco –que en el diario “El Laborista” apareció con el nombre de Tatita.
Por esa misma época, Guerrero crea a Remolino para “Tibor Gordon”, que luego, con el nombre de Mosca Kid, pasa sucesivamente a “Piantadino” y “Lúpin”; Riverito y Bocarín, para “Don Fulgencio” y “Campeón”; Los mellizos Pancho y Paco, que aparecen en “Popurrí”, y algún tiempo después, a Lagartija, que se publica en “Chicote”. Asimismo fue el continuador de Máximo Kapra y su ayudante Banana en “Antena”, sobre idea de Julio Korn, de 1951 a 1961.
En cuanto a su personaje Lúpin… Para Guillermo Guerrero, volar era algo así como “el sueño del pibe”; entonces no es de extrañar que al presentársele la ocasión de ser socio del Aero Club, hiciera el curso para poder recibirse de piloto civil. Y voló; voló hasta que se casó. Si bien él no asociaría ambas circunstancias, ha admitido que a su esposa mucho no le gustaba que volara.
Así fue como en octubre de 1959, al pedirle Mazzone una historieta para la revista “Capicúa”, Guerrero decidió crear un personaje que volara por él, un personaje con el que se sentía identificado a tal punto, que dibujó autocaricaturizándose (tomando como modelo la caricatura que a él le hiciera tiempo antes, su colega Abel Ianiro), naciendo “Lúpin”, el cual después daría título a una revista editada por el mismo Guerrero en sociedad con Hèctor Sídoli y con el malogrado Divito, que murió en un accidente automovilístico en 1969.
Por supuesto, Lúpin, el piloto –que posteriormente también publiqué en mi revista “Humorón”- era en aquella revista uno de los personajes principales.
También aparecen en la misma Piedrito y Saurito y Al Feñique, que antes se había publicado en “Afanancio”.
A esta lista hay que agregar los personajes secundarios, entre quienes se cuentan Hollín, Taras, Gafas, Tornillo, el abuelo y el padre de Lúpin, Lunfardino, Machingan, Adonis, y otros.
Por otra parte, Guerrero recreó gràficamente a Las vecinas, personajes radiofónicos de Délfor llevados a la historieta en la versión en papel de “La Revista Dislocada”; colaboró además en “Figuritas”, “El Hogar”, “Mundo Deportivo”, “Avivato”, “Loco Lindo”, “Bomba H” y “Petitera”.
Guillermo Guerrero ha sido creador, asimismo, de la sección “Los ocho imposibles” publicada en “Rico Tipo”, revista en la que el dibujante permaneció hasta el cierre definitivo de la misma en 1973, continuando de todos modos hasta hace pocos años, en las mismas oficinas que habían pasado a pertenecer a la revista “Lúpin”, hasta que el excesivo aumento del costo del alquiler obligó a él y a su socio Sídoli -fallecido en diciembre de 2006 a la edad de 83 años-, a instalar la oficina en otro lugar, en donde a la muerte de este último, la revista se siguió editando con el nuevo nombre de “Pinlu”, por dificultades de tipo legal. Para esa nueva revista, el doctor Alposta aportó en junio de 2007, unos versos destinados a augurarle el
mejor de los destinos; decían así:

A VOLAR CON LUPIN
Aprovechemos muchachos que la noche se hizo aurora
y está despejado el día. Vengan… volemos ahora.
Será un vuelo de bautismo… sobre cornisas y antenas
y sobre árboles copudos… peinando sus cabelleras.

Sobre patios y jardines… sobre cúpulas y torres…
Sobre “setenta balcones” que no conocen las flores.
Volemos, volemos juntos sobre las calles desiertas,
sobre plazas y tejados... ¡que Buenos Aires es nuestra!

Vengan… los invito… vamos a volar…
Este será un vuelo sobre la ciudad.
Sobre Buenos Aires ¡la Reina del Plata!
Un vuelo, muchachos, que no olvidarán.

Y dos años después, el propio Guerrero aceptó la invitación, pero no voló sobre la ciudad ni sobre cornisas y antenas. Voló mucho más alto que lo que lo hacía a bordo de su avioneta, desorientando a Lúpin y al doctor Alposta que se halló de repente sosteniendo entre sus manos crispadas, apenas un recuerdo de quien fuera su entrañable amigo, vecino y cofrade en la Junta de Estudios Históricos de Villa Urquiza, su admirado “¡petisoo!” desde que, adolescente aún, sus ojos se agrandaban sorprendidos ante la pinta de Carlos Gardel que ese urquicense menudo (aunque a él le parecía un gigante) elegantemente vestido, sombrero incluido, exhibía con total humildad todos los días en la estación ferroviaria.
A la mañana siguiente, sabiéndolo ya muy lejano, y al mismo tiempo tan cerca de él, el doctor Alposta no terminaba de entender –tampoco terminamos de entenderlo los que primero fuimos sólo sus lectores de panbtalón corto, y después sus colegas, sin dejar en momento alguno de ser sus lectores- qué estaba haciendo en la capilla del cementerio de Chacarita el viernes a las 11; por ello intentaba escucharse a sí mismo procurando entender el verdadero significado de lo que estaba diciendo:

“…Buenos Aires está de luto y no lo sabe.
Con la muerte de Guillermo Guerrero, desaparece uno de los últimos representantes de una generación de grandes dibujantes del humor gráfico. Uno de los más reconocidos y queridos de la ciudad. Admirado tanto por los muchos lectores de su revista como por sus pares.
Hoy despedimos a quien ha sabido encontrar, desde muy joven, en personal estilo hecho a punta de lápiz, una manera increíble de contar historias. A alguien en quien se resume un paradigma de sencillez y consagración a una vasta obra.
Guillermo Guerrero tenía además otros títulos más íntimos a nuestra consideración y a nuestro cariño: su sentido de la amistad, y su trato cordial y amable, que nos lo hacían particularmente dilecto. .
Ahora le decimos adiós a un hombre de otro tiempo, que oponía la juventud de su labor y su obra a la vejez sólo en la cronología de sus años.
Su recuerdo seguirá vivo en cada uno de nosotros, hasta la hora del reencuentro.
Si me hago intérprete de la condolencia, es porque concurren en mí circunstancias de amistad y de trato que, a lo largo de más de cincuenta años, me han hecho encontrar en él a un entrañable amigo.
Querido Guillermo:
Hoy despegaste en serio de tu querida Villa Urquiza y seguramente ya estarás en el cielo pilotenando el avión de Lupin, que era el tuyo.
Qué descanses en paz…” (Luis Alposta)

Oscar Vázquez Lucio

sábado, 27 de junio de 2009

Se fue al cielo el papá de Lúpin



En cuadritos de historieta, dio vida con su plumín a personajes como el famoso aviador (al igual que él) Lúpin, Lunfardino, y Tanguito y Langosta, entre otros. Era un hombre representativo de Villa Urquiza y amigo dilecto del médico y poeta tanguero Luis Alposta; falleció el 25 de junio –un día después que Gardel-, próximo a cumplir 86 años.
Por todo ello, por mi amistad con él y la amistad de él con Milagro (mi nena), quiero desde este Blog, rendirle mi homenaje al poeta del dibujo y la historieta.

Señor Guerrero…
Caballero
del plumín y la palabra,
caballero de los de antes,
con guantes y bastón,
sobretodo elegante,
y traje marrón…
De tu mano
Lúpin nació,
cuántas aventuras
en más de cuarenta años recreó…
A generaciones de niños,
jóvenes y adultos jugando y dibujando
aventuras con suspenso
y comicidad, a sus personajes
hacía hablar!
Señor Guerrero ¡Señor!
Piedrito y Saurito,
te extrañarán…
Los ángeles tienen alas
y Dios te las pondrá
porque tus personajes
no quedarán sin papá.


Un beso grande ¡querido señor Guillermo Guerrero!

Anamaría Blasetti

martes, 9 de junio de 2009

Aplaudible iniciativa del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro


Fotos: 1, la Comisión de Asuntos Culturales junto a tres de los integrantes de La Bañadera del Comic (¿dónde se habrá metido el cuarto?; 2, Quique Alcatena, autor del pergamino para Valor destacado; 3, Trillo y Fucile ostentan sus diplomas; 4, Oswal entrega a Trillo la medalla de plata, observado por Maicas, autor del pergamino entregado a Trillo previamente; Siulnas diciendo unas breves palabras ante la mirada fiscalizadora (fuera de cámara) de Nora, Da Col, Mezquita y Nando.


PREMIO AL TIEMPO EMPLEADO EN DIFUNDIR LA LABOR DE LOS COLEGAS

Continuando con su tradición de homenajear a los grandes maestros del humor y la historieta (Recordemos: Guillermo Mordillo, Eduardo Ferro -Premio Quevedos-; Revista Lúpin, Roberto Fontanarrosa), el Museo de la Caricatura Severo Vaccaro ha decidido, a propuesta de la Comisión de Asuntos Culturales, modificar la forma de sus homenajes a los grandes talentos argentinos, siguiendo el lema de poner de manifiesto aquello muy bueno y ejemplar de nuestro pasado y presente, para así poder proyectarnos hacia el futuro. ¿De qué manera? Brindándole todo el apoyo y difusión al homenajeado y su obra.
Es así que, a partir de este mes de junio, el Museo ha comenzado a distinguir a distintas personalidades, teniendo en consideración los rubros Trayectoria Profesional, Talento Joven y/o Difusión del Humor y la Historieta.
El jueves 4 de junio, el Museo de la Caricatura Severo Vaccaro dio comienzo a su nueva serie de homenajes anuales. Se trató del lanzamiento de "Los Premios de la Caricatura Severo Vaccaro", premios que distinguen a los artistas del mundo del humor y la historieta, tanto por su virtuosismo en la materia como también por (¡atención que esto es muy importante y valioso y totalmente aplaudible!) el tiempo que emplean en difundir la labor de sus colegas. La actual Comisión de Asuntos Culturales del Museo lo explica de la siguiente manera: "Creemos que si cada artista no solo se aboca a trabajar en su obra sino también en difundir lo que hacen sus pares, su profesión entera comenzará a crecer y en consecuencia comenzarán a surgir nuevos espacios artísticos en los distintos medios de comunicación. Y eso es lo que valoramos con estos premios: el arte fusionado con la difusión."

En esta primera entrega de premios, los galardonados fueron "La Bañadera del Cómic" en el rubro "Difusión"; el ilustrador Rodolfo Fucile en el ítem "Valor Destacado", y Carlos Trillo se alzó con el galardón "a la Trayectoria".
La Comisión de Asuntos Culturales quiso homenajear a los premiados con la entrega de un diploma. Pero no un diploma cualquiera, sino uno realizado por un artista admirado por el agasajado. Es así que al conductor de este Blog le tocó llevar a cabo el de "Difusión", Enrique Alcatena realizò el de "Valor Destacado" y Eduardo Maicas, el de "Trayectoria".
Seguramente no ha sido casual que me correspondiera “La Bañadera del Comic”; hace ya unos cuantos años, cuando se había puesto de moda hablar mal del indio Patoruzú, endilgándole ideologías, tendencias políticas, finalidades y cualidades reprochables, era yo el único (o al menos lo era públicamente) que defendía en mis libros y notas periodísticas, al más popular de los personajes de Dante Quinterno, refutando con ejemplos concretos cuanto se decía en su contra sacando fuera de contexto situaciones esporádicas. Mi profundización de la trayectoria del personaje llevó a Juan Angel Sagrera, al cumplirse 60 años de la aparición de Patoruzú (lo hizo en 1928 en el diario “Crítica”, aunque sólo por dos días), a encomendarme un suplemento especial de “Oficio Gràfico” con la historia del personaje, su entorno y las vicisitudes que marcaron sus primeros años, después de haber prevalecido la improvisación que da por tierra con los argumentos sobre la finalidad del personaje desde su origen.
Fue por aquellos días que recibí en mi casilla de correo postal, un periódico en el que se habían dedicado varias páginas a Patoruzú con un enfoque histórico para nada crítico. Casi diría que me sorprendió, en virtud a lo que se venía diciendo del personaje en los últimos años; los pocos “patoruzistas” que por entonces se animaban a dar la cara, acudían a mí cuando querían publicar una nota desapasionada sobre el personaje, entre ellos Francisco Loiácono, que por entonces dirigía una revista policial.
Algún tiempo después recibí otro envío de este grupo: se trataba de un trabajo muy profundo y completo, un libro a través del cual sus autores pensaban que el lector llegaría a la conclusión de que esa obra era “un acto de amor hacia el creador y su personaje”. Y realmente debió serlo para desarrollar tan importante investigación.
Por supuesto, todo esto que estoy escribiendo en el Blog, no llegué a decirlo en el acto, pues se trataba de una entrega de premios y no de una conferencia; por otra parte ya había sido advertido, conociéndose mi locuacidad, que tenía que decir muy pocas palabras. Pero, bueno; para conocer mi pensamiento, ya existe este Blog.
A las 19.30 hs, la consejera del Museo Nora Ygounet dio comienzo a la ceremonia: "Trataremos que sea breve y para nada acartonada", fueron sus palabras. Tras un breve discurso inaugural, dio lugar al también consejero César Da Col, para que leyera los fundamentos por los cuales "La Bañadera del Cómic" recibía su distinción. Y fui el encargado de hacer entrega del diploma enmarcado a Hernán Ostuni (hijo de mi cofrade Ricardo Ostuni en la Academia Porteña del Lunfardo), Fernando García, Norberto Van Rousselt y Andrés Ferreiro –aunque estoy seguro que desde alguna otra dimensión, Mario Formosa también disfrutaba de la reunión-, tras decir unas poquísimas palabras (para mi gusto) acerca de cómo conocí a este grupo investigador del cómic.

Llegó el turno del consejero Fabián Mezquita, quién leyó los fundamentos del premio al "Valor Destacado" para Rodolfo Fucile. Enrique Alcatena entregó su obra/diploma, titulado "Las nueve musas griegas consagran al artista irrelevante", y dijo unas emotivas palabras para el homenajeado.
Seguidamente, tomó la palabra el consejero Nando, que explicó los puntos sobresalientes de la extensa carrera de Carlos Trillo. Eduardo Maicas dijo unas palabras, y entregó su diploma a Trillo, compañero de trabajo en las series "Clara de noche", "Ele", "Torni, Yo", y muchas otras. El diploma rescata a una decena de personajes de Carlos Trillo, y es el propio Señor López que le comunica al guionista que es el ganador del premio. Nora Ygounet retomó el micrófono, esta vez para invitar a Oswal, un destacado baluarte del género, para que le entregara a Trillo "en mano", la medalla de plata con la efigie de Severo Vaccaro. El creador de "El Loco Chávez" la recibió muy emocionado. Una vez concluido el acto, Ygounet invitó a las más de 70 personas que asistieron al Museo, a un pequeño cocktail de bienvenida que la institución preparó para la ocasión.
Entre los asistentes estuvieron presentes (además de los ya mencionados): Cacho Mandrafina, Ernesto García Seijas, Ray Collins (a quien no veía, desde que proyectáramos –sin llegar a concretarlo- un libro con las historietas de mi personaje Magolín), Ema Wolf, Corne, Diego Puglisi, Peni, Gustavo Mazali, Juan Sáenz Valiente, Mario Lembó (quien me ha recomendado su pàgina www.comicsyjuegos.com.ar, que aún no pude ver y seguramente lo haré al mismo tiempo que los visitantes de este Blog, Pablo Túnica, Natalio Zirulnik, Gerardo Canelo (el colega que me relacionó con el inolvidable Martìnez Parma), Andres Accorsi, Javier Doeyo, Adrián Montini, Juan Manuel Terradas, Ricardo Villarreal, Marcelo Pulido, Federico Velasco, Julio Ibarra, Hugo Maradei, Walter Vázquez, Alberto Kloster, Fechu, Ariel Avilez, Silvio Lamónica, Javier Hildebrandt, Hernán Martignone, Lamparita, Cora Reyes, Cristian Bernardini, Anacleto y muchos más.

Ricardo de Udaeta, Roque Vitacca y Enio, dejaron sus saludos telefónicamente a los homenajeados. Lo mismo llevó a cabo Osvaldo Laino por e-mail. (siulnas)

viernes, 5 de junio de 2009

Un día como el…


Ilustraciones: 1. Diógenes "Mono" Taborda, por Ramón Columba. 2. González Fossat, autocaricatura. Alberto Cognigni, autocaricatura. Andrés Villá, por Sirgo.


…3 de junio, hace 83 años: Fallecía Diógenes Taborda. Conocido en los medios donde actuó, como el “Mono” Taborda, este caricaturista entrerriano llegó a Buenos Aires en 1911, recalando en el diario “Sarmiento”, aunque su popularidad comenzaría al ingresar a “Crítica”, donde tuvo gran éxito su sección “Hípicas”, recopilada después en albumes que tituló “Monos de Taborda”. Taborda fue también el autor de los bocetos de “El Apóstol”, película de dibujos animados realizada por Quirino Cristiani. Desde su muerte, una calle de Buenos Aires, de pocas cuadras, lleva su nombre a manera de homenaje, una resolución justiciera que lamentablemente no se volvió a repetir después con otros dibujantes que también lo hubieran merecido.

…11 de junio, hace 75 años: Aparecía Mandrake, el mago (Mandrake the Magician, en su versión original). Creado por Lee Falk y con dibujos de Phil Davis, comenzó a publicarse en el “New York Journal American”, conociéndose en Buenos Aires 9 meses después, a través de la revista “El Tony”, a la que siguieron numerosas publicaciones. Cabe recordar que en el Magazine Multicolor de Aventuras de “Crítica”, se lo conoció con el nombre de Solimán el mago.

…13 de junio, hace 101 años: Nacía Néstor René González Fossat. Uno de los dibujantes más prolíficos surgidos en la dècada del 20 del siglo pasado, comenzò su carrera profesional tras enviar desde la localidad bonaerense de Azul –su ciudad natal- dibujos a una revista que lo premió con una libra esterlina. Entre los personajes más populares de González Fossat –que comenzó publicando Jimmy y su pupilo en “Páginas de Columba”- figura Calixto Campolargo, publicado durante muchos años en “Maribel”, siendo el último de una larga serie, Vagonio, publicado a partir de 1956 en “La Razón”.

…15 de junio, hace 82 años: Nacía Hugo Pratt. Nacido en Rimini (Italia), cerca de Venecia a la que se trasladaría en 1943, tras diversas vicisitudes, Hugo Pratt arribó a la Argentina a los 23 años, contratado por Editorial Abril para colaborar en sus revistas de historietas, dibujando entre otros personajes, Ray Kitt y el Sargento Kirk, guionadas por Héctor Germán Oesterheld, en cuyas publicaciones sería uno de los dibujantes de Ernie Pike y Ticonderoga. Nuevamente en Europa, se abocó a la realización de Corto Maltés, el personaje con el que más se lo identifica en la actualidad.

…16 de junio, hace 26 años: Fallecía Alberto Pío Augusto Cognigni. Ampliamente conocido a partir de la publicación de “Hortensia” en 1971, Cognigni ha sido el primero en lograr que una revista lanzada desde el interior del país llegara a Buenos Aires compitiendo en pie de igualdad con las publicaciones capitalinas, impulsando de paso, el espìritu competitivo de colegas de otras provincias. Asimismo, desde las páginas de “Hortensia”, Cognigni ayudó a trasladar a Còrdoba el epicentro de los encuentros del humor y la historieta, que iniciados en 1972 con el Salón Internacional fueron el punto de partida de las posteriores Bienales en el Museo Genaro Pèrez.

…22 de junio, hace 74 años: Aparecía “Ra-Ta-Plan”. Fue una de las revistas de historietas de Manuel Láinez, editorial que se abocó a este género de publicaciones desde los primeros años del siglo XX, a partir del legendario “Tit-Bits”. Aunque en “Ra-Ta-Plan” predominaban las historietas extranjeras, colaboraron varios dibujantes de actuación en la Argentina, entre ellos Alberto Breccia y su hermano Humberto.

…29 de junio, hace 76 años: Comenzaba a publicarse “La Nota del día”. Más que una atracción en el conjunto de noticias de “La Gaceta” de Tucumán, esta sección con chistes de actualidad del dibujante Andrès Villá, era considerada por los tucumanos “el diario mismo”. Tras haberse publicado durante más de tres décadas, “La Nota del día” se interrumpió en octubre de 1966 a raíz del fallecimiento de su autor.