martes, 29 de julio de 2008

Un día como el…

…3 de agosto, hace 91 años: Nacía Fernand. Dibujante de aventuras, Fernando Fernández Eyre (tal su verdadero nombre) vivió aventuras reales tras ser trasladado desde su Entre Ríos natal a España, donde lo sorprendió la guerra civil. Interviniendo en el bando republicano, fue herido y dado de baja, tocándole estar después en un campo de concentración en Argelia hasta que se enroló en la Legión Extranjera, desertando en 1940 y regresando a Buenos Aires. Cultivó la historieta cómica y la seria, ilustrando en “El Tony” la adaptación de El león de Francia.Fernand –entre cuyos personajes de historieta cómica figuran Homus y Brutus– falleció el 18 de agosto de 1987.

…3 de agosto, hace 24 años: Fallecía Quirino Cristiani. Nacido en Italia en 1896, Cristiani fue un pionero del dibujo animado en la Argentina, siendo autor de la película “El Apóstol”, realizada en 1917 con muñecos articulados (en dos dimensiones) sobre bocetos de Diógenes “Mono” Taborda. También le pertenecen los dibujos animados “Peludópolis” (1931), de largometraje, y “El Mono Relojero” (1938) en la que, entre otros, colaboró el español Juan Oliva, uno de los dibujantes que se volcaron a la aún incipiente industria del cine de animación en nuestro país.

…4 de agosto, hace 124 años: Aparecía “Don Quijote”, periódico que se caracterizó por sus ácidas caricaturas, a cargo del editor Eduardo Sojo, y de José María Cao, quienes firmaban respectivamente Demócrito y Demócrito II.

…5 de agosto, hace 84 años: Comenzaba a publicarse Ana la Huerfanita (Litlle Orphan Annie), dibujada con trazo rudimentario, casi caricaturesco, por Harold Gray. En 1982 el personaje fue llevado al cine en forma de comedia musical.

…5 de agosto, hace 49 años: Fallecía el dibujante norteamericano Frank Godwin, cuyos personajes Connie y Rusty Riley tuvieron bastante difusión en la Argentina entre las décadas del 30 y el 50.

…11 de agosto, hace 46 años: Muere en accidente automovilístico Juan Angel Cotta. Jefe de arte de diversas agencias de publicidad y director artístico en más de una editorial, Cotta alcanzó popularidad por sus personalísimos “monos” en la etapa inicial de la revista “Rico Tipo”, si bien ya había incursionado con ellos en “Páginas de Columba” y “Cascabel”.Había nacido el 12 de abril de 1920.


…13 de agosto, hace 51 años: Aparecía la revista “Tía Vicenta”, dirigida por Landrú (Juan Carlos Colombres), y con algunas modalidades de “Cascabel” (desaparecida una década atrás) y de la española “La Codorniz”. La revista se impuso rápidamente por una sátira política desacostumbrada, teniendo además el mérito de haber dado a conocer desde sus páginas a muchos nuevos dibujantes.



…13 de agosto, hace 74 años: Comenzaba a publicarse El Chiquito Abner (Li’l Abner) –también conocido en la Argentina como Sinforoso Peloduro–, del dibujante norteameriano Al Capp (Alfred Gerald Caplin).


…17 de agosto, hace 24 años: Fallecía Bruno Premiani. Nacido en Trieste en 1907, había estudiado decoración y escenografía en su patria, obteniendo en 1930, ya en la Argentina, el título de profesor de la Escuela de Bellas Artes. Integró el plantel de dibujantes del diario “Crítica” durante más de 15 años, siendo considerada su obra cumbre “El Caballo”, un tomo magníficamente ilustrado. Sus trabajos más conocidos por el gran público son los publicados en “Billiken”, “Patoruzito” y “Anteojito”, y la historieta “Hacha Brava” que realizó para un sindicato norteamericano.

…4 de agosto, hace 117 años: Nacía Arturo Lanteri. Fallecido en 1975, este dibujante de intensa labor en diversos medios a partir del diario “Crítica” surgido en 1913, alcanzó popularidad con su personaje Don Pancho Talero, que se publicó en la revista “El Hogar” por espacio de 7 lustros llegando a ser personificado para el cine en dos películas de largo metraje. Lanteri fue además director artístico de la revista “Humorismo Porteño”, donde Dante Quinterno publicó algunos de sus primeros dibujos.

…27 de agosto, hace 52 años: Fallecía Tito Menna: Pintor e ilustrador se popularizó por sus ilustraciones en almanaques y revistas de todo el mundo, con chicas “ligeras” de ropa, un género audaz para la época en que le tocó vivir.

…29 de agosto, hace 79 años: Comienza a publicarse Rulito, el gato atorrante. Dibujada inicialmente por Raúl Roux (padre del pintor Guillermo Roux) esta historieta fue tradicional en las páginas de “El Tony” durante muchos años, siendo continuada sucesivamente por los dibujantes Horacio Gutiérrez, Vidal Dávila, Alfredo Ferroni y Antonio Presa.En los comienzos de la historieta los temas surgían de un concurso de argumentos entre los lectores, siendo premiados los elegidos, con 5 pesos moneda nacional (cincuenta veces el precio de la revista en aquella época).

…28 de agosto, hace 71 años: Fallecía Frederick Burr Opper, el primer historietista americano que usó para todos sus cuadros el recurso del globo. Entre sus personajes figuraban La mula Maud, publicada en la Argentina en la revista

sábado, 26 de julio de 2008

Los 80 años de Patoruzú

El viernes 19 de octubre de 1928, en la tira de Don Gil Contento, que el joven dibujante Dante Raúl Quinterno venía dibujando en el vespertino “Crítica”, aparece por primera vez, como personaje secundario, Curugua-Curiguagüigua, que no es otro que ¡Patoruzú! El ya cercano domingo 19 de octubre, se cumplirán 80 años del nacimiento de ese personaje, y yo que lo he seguido, no desde ese momento ni en su traslado a “La Razón” por razones cronológicas, pero sí desde su instalación en el matutino “El Mundo” y su llegada a la “casa propia” con la aparición de la revista “Patoruzú”, me iré refiriendo a él y su entorno en este Blog, hasta la conmemoración efectiva de su 80º aniversario.

JUICIO Y DEFENSA DE PATORUZU

Hace más de 20 años, asumí –como una suerte de abogado del Diablo– la defensa de un personaje otrora muy popular, y denostado en aquellos últimos quince años a partir de la influencia de la opinión de un ensayista, con el que formaron coro algunos historiadores de historieta y hasta una figura muy popular en la TV después de su participación en uno de los Festivales de Cosquín.

El personaje en cuestión es el indio Patoruzú, creación del dibujante Dante Raúl Quinterno, un hombre que a partir de 1937 –ya entonces más empresario que dibujante– despertó muy pocas simpatías debido a su voluntario ostracismo.Ello redundó en que en la Argentina tuviera más adeptos un importado héroe de historieta galo como Astérix, que Patoruzú, dándose el caso de que las bodas de plata de Astérix tuvieran en 1984 en la Argentina, una repercusión que no había tenido unos años antes Patoruzú cuando cumplió sus bodas de oro con la historieta, a pesar de que varias generaciones habían –habíamos– disfrutado con las andanzas de este indio que debería ser el héroe nacional por excelencia, de la misma manera que Astérix lo es en Francia.

Y en esta comparación vale la pena señalar un hecho: René Goscinny, uno de los creadores del héroe galo, vivió en Argentina entre 1928 y 1946, asimilando mucho de lo que gustaba a los lectores de estas latitudes, hasta que en 1959, ya en Francia, junto a Albert Uderzo, “da un giro particular a la historieta histórica francesa”, al decir de Claude Moliterni.

¿Cuál es ese giro particular?; seguramente el que nos ha llevado a identificar a Astérix con Patoruzú. Ambos reflejan bondad en su rostro; ambos lucen un físico ostensiblemente menor que el de sus ocasionales adversarios; ambos tienen la imagen del antihéroe, y si se quiere, un poco ridícula; ambos propinan trompadas que sacan al adversario del cuadro de la historieta; ambos son irreductibles en la preservación de sus hábitos ancestrales aunque deban moverse en otro ámbito; ambos debutaron en un medio periódico (uno en diario, otro en revista antológica) y su auge propició la edición propia; ambos llegaron al cine a través de dibujos animados…

A primera vista, esta aseveración parece en parte, fácilmente rebatible asociando la poción mágica que proporciona fuerza física a Astérix, con la espinaca que brinda análogos resultados a Popeye; pero aún este aspecto, profundizándolo un poco, nos lleva más a comparar al venerable druida que prepara la poción, con el curandero de la tribu encargado de devolver a Patoruzú su vitalidad circunstancialmente perdida. Y si nos remontamos a una vieja historieta de 1937 hallamos otro antecedente significativo: el del tesoro de Patoruzek 1º, consistente en un gigantesco hueso de Buey Apis, con cuyo caldo alimentaron los antecesores de Patoruzú, siendo ese el secreto de la fuerza física de su raza.


Vayamos ahora a los cuestionamientos: Patoruzú ha sido cuestionado por Oscar Steimberg, quien adujo que el personaje “tiene virtudes gauchas pero es un indio, y los indios y los gauchos nunca fueron nada parecido a una unidad social”; pero esa crítica parece no tener en cuenta que –como publicaba la revista “PBT” en 1916 a propósito de los patagones– “los que quedan sin perfiles étnicos propios, son los restos de una raza arruinada y que por lo mismo de verse arruinada se ha atado al yugo de costumbres nuevas”, agregándose que “el patagón famoso abandonó el arco, la expedición combativa, la vida nómade voluntaria y no obligada. Y ahora se lo ve manso, dócil, francamente bueno”.

Tampoco le perdonó Steimberg a Patoruzú su aparente dualidad de “gran terrateniente” y “cacique indio del sur”; sin embargo, ello puede ser al menos objeto de polémica, a partir de la presunción de búsqueda de un símbolo reivindicatorio, como podría surgir de la lectura del siguiente párrafo perteneciente a la primera carta de Patoruzú al cacique Panza de Agua publicada en el primer número de la revista “Patoruzú” que apareció en noviembre de 1936: “Aquí me tenís con unas ganas bárbaras ’e darme una güeltecita por la toldería, pero ¡qu’ he di hacerle si me gusta más Güenos Aires que un ponchito ’e vicuña en tiempo d’helada! He corrido más en estos años que tuitos los que pasé en ese pago que di repente mi atora ’e recuerdos y me hace yorar como gurí sin teta. ¡Cha! ¡Las que tiene que pasar uno! ¡Y las veces que gritaría a tuito pulmón que nosotros somos los verdaderos dueños ’el país!…”

También merece un detenido análisis la relación de Patoruzú con las mujeres, ya que entre las críticas hechas por algunos analistas y semiólogos, no es la menos importante la de haberle endilgado falta de interés por las mismas, juicio que requiere un análisis más exhaustivo del personaje, ya que puede cuestionarse su manera de abordar al otro sexo, pero no poner en tela de juicio su interés en el mismo. Pero de este y otros aspectos puntuales, hablaremos a partir de la próxima entrega de este espacio brindado al gran personaje de Quinterno. (Siulnas)

Lecturas relacionadas:
."Goscinny, Quinterno, Patoruzú y Oumpah Pah"
(Miguel Dao, click aquí)

. "René Goscinny era tan argentino como Gardel a los 20 años"
(César Da Col, click aquí).

."Patoruzú Web"
(Sergio Maganás, click aquí)

."Homenaje Argentino a Asterix 2007"
(Alianza Francesa La Plata / Banda Dibujada, click aquí).

domingo, 20 de julio de 2008


En el Día del amigo, Siulnas saluda a todos sus amigos y a los amigos de sus personajes.

sábado, 12 de julio de 2008

HUMOR TRIDIMENSIONAL Y CINÉTICO

En noviembre de 1968 se realizó la 1ª Exposición de Dibujos Humorísticos de “Los sobrinos del Tío Landrú” (“Tío Landrú” era el título con el que la Editorial Primera Plana editaba la nueva versión de “Tía Vicenta”, prohibida por el gobierno de Onganía cuando salía como suplemento del diario “El Mundo”) en el Salón del Cine Teatro Ópera, participando Aldo Rivero, Basurto, Caloi, Ceo, Fantasio, Faruk, Góngora, Gorla, Herman, Inos Bofres, Irañeta, Koper, Landrú (obviamente), Lino Palacio, Manucho, Oscapi, Pratico, Robinot, Vilar, Viuti, Werffeli y yo, que lo hice por primera vez con el “humor tridimensional”, en el cual el papel, y aún el marco, seguían la forma sugerida en el dibujo. Así, en “Figura sentada”, el cuadro se desplazaba hacia adelante a partir de la cintura del personaje, mientras que en “Viento”, el papel describía un arco como si fuera empujado casi hasta desprenderse del marco.

La exposición fue llevada luego a Mar del Plata, y como mis cuadros no eran fáciles de transportar, nunca los trajeron de vuelta. A partir de ese momento, decidí que mi Humor Tridimensional sólo sería presentado en exposiciones individuales, sobre las que yo pudiera ejercer el control total. Entretanto también había empezado a experimentar con humor cinético.

La idea del humor cinético surgió en mi mente, después de una visita que hice con mi familia al Museo de Bellas Artes a fines de setiembre de 1968, con motivo de una exposición titulada “Materiales - Nuevas técnicas - Nueva expresión”. Ese día parecía imposible hacer salir de allí a mi hijo, cautivado por las obras de arte cinético que se exponían, entre las que le impactó especialmente un “Generador de imágenes”.

No pude dejar de pensar que si las exposiciones humorísticas siempre habían atraído mucho público, una muestra humorística a la que se incorporaran los principios del arte cinético podría despertar un interés masivo. Pero esa apreciación era independiente de lo que realmente me fascinaba de aquella idea; y empecé a manipular con cables, llaves, lamparitas de colores y transformadores para complementar los dibujos, guiándome por mis propios bocetos, hasta conseguir lo que llamaría “Humor Tridimensional, Cinético y Cibernético”; la última denominación contaba como pretexto con una autocaricatura titulada “Siulnas cibernético”, que mediante el manipuleo de llaves de luz sugería supuestas cualidades cibernéticas a partir de la iluminación de sectores del dibujo no verificables a simple vista. Esas llaves indicaban: “Buen Humor: SI - NO”; “Ideas: SI - NO”; “Ganas de trabajar: SI - NO”; “Amor al arte: SI - NO”; “Listo para trabajar: SI - NO”; “Control de ideas: Máximo - Mínimo”, etc.

LUIS DIEGO PEDREIRA Y “EL ERIZO INCANDESCENTE”

En los primeros meses de 1969, el escenógrafo Luis Diego Pedreira iba a inaugurar una galería de arte –“El Erizo Incandescente”– en la calle Esmeralda 771. Ya para entonces, yo había preparado algunos nuevos trabajos de humor tridimensional, y también de humor “cinético”.

Entre los trabajos que puse a consideración de Pedreira –quien en pago por el alquiler de la sala sólo recibía uno de los cuadros expuestos, lo cual le confería el derecho de ser exigente en la admisión de los expositores– figuraba “Por el espejo…”, un dibujo que mostraba en primer plano y de espaldas, a un hombre y una mujer en su coche, con un auténtico espejo retrosvisor sobresaliendo desde la parte superior del marco. El hombre decía (en alusión a los rostros de los visitantes a la exposición que seguramente iban a reflejarse en ese espejo):

–Debo estar mal estacionado; fijáte cómo nos miran…

Pedreira quedó realmente impactado con ese cuadro, y la primera exposición colectiva con que inauguró la Galería el 17 de marzo, se tituló “SPECULACIONES (Artistas que se expresan a través del espejo)”, en la que participé junto a Juan Carlos Benítez, Paulina Berlatzky, Ary Brizzi, Carlos Cañas, Jorge Carballa, Aníbal Carreño, Arnoldo Fischer, José V. González, Leal Rey, Manuel Mujica Láinez, Roberto Páez, el mismo Luis Diego Pedreira, Leo Vinci, Marco Denevi, Ernesto B. Rodríguez, Arturo Romay y Rodolfo Arizaga.

A todo esto, yo ya había convenido con el afamado escenógrafo, la fecha de mi exposición individual, que fue la última del año, y titulé, como ya he adelantado, “Humor Tridimensional, Cinético y Cibernético”.

En el catálogo respectivo, Pedreira se refirió a la exposición en estos términos:

“Hoy ‘El Erizo Incandescente’ pule sus púas congénitamente dulcificadas, y dice con el mismo optimismo con que lo dijo en Marzo:

“Y quisiera concluir el año con una sonrisa cargada de humor. Podré hacerlo gracias a Siulnas, el dibujante ingenioso de la mirada hacia adentro y penetrante, y de la sonrisa triste y alegre.

“Siulnas se nos muestra este año y para ‘El Erizo Incandescente’, tridimensional, cinético y cibernético.

“¿Qué tal será este saludo de fin de año?

“Sólo que ahora puede agregar, ya en Diciembre, y frente a la muestra preparada por Siulnas –este juglar que felizmente para nosotros no se fue a México ni a París de Francia– que este saludo está lleno de gracia, de ternura, de inventiva y de descomplejada autocrítica.

“Porque Siulnas, el gracioso, el tierno, y el descomplejado filósofo, nos ha llenado la casa de ‘El Erizo Incandescente’ de sonrisas, de risas, de botones, de cables, de lucecitas y de manijas.

“Nos ha convertido la casa, con su poder de mago, en un lugar donde todos podemos jugar.

“Y donde jugaremos juntos todo el mes de Diciembre.

“Esta Galería ya no es un lugar donde se exponen obras; es una casa de juego ¡NO! de juego no, de juegos.

“Y nos ha colmado además con tarjetas, innumerables tarjetas personalísimas, con las que todos podrán saludar a sus amigos y quedar ‘comme il faut’ y ‘a la page’ con un porteñísimo recuerdo.”

Las tarjetas a que alude esta presentación fueron la versión comercial de las tarjetas especiales que envié por años a mis amistades (unas con espejos, otras con algún entretenimiento, varias con caricaturas, y unas pocas, súper especiales, como la desplegable que le hice llegar una vez al animador Antonio Carrizo, cubierta en toda su extensión por su caricatura de cuerpo entero, y que él fue desplegando de a poco frente a la cámara, para diversión de su teleaudiencia).

Mis nuevas tarjetas ofrecían distintas variantes. Dos de ellas, reflejaban la imagen deformada del destinatario, como los espejos mágicos.

En la primera, que ensanchaba la imagen, el personaje dibujado que sostenía el espejo, advertía: “¡Ojo con comer más de la cuenta!”. En la segunda, que por el contrario, afinaba la figura, el personaje comentaba: “Parece que da resultado el régimen, ¿eh?…”

Entre los compradores de estas tarjetas figuró el Dr. Alberto Cormillot, quien las adquirió en cantidad para obsequiarlas a sus pacientes.

Pero si bien la exposición y las tarjetas eran un éxito, algo me preocupaba; de acuerdo a lo convenido con Pedreira, yo lo compensaría por el uso del salón, con uno de los cuadros expuestos. Si su elección recaía en el “Siulnas cibernético”, me vería privado de la obra que justificaba parte del título de la exposición.

Sin embargo, lo veía entrar cada tarde a la galería empujando invariablemente al pasar, la puerta giratoria de “Desencuentro”, un trabajo tridimensional con un hombre y una mujer en actitud de empujar la puerta, dibujados a cada lado de la misma.

-Ya sé qué obra va a elegir Pedreira… -comenté, observando la Atracción que “Desencuentro” parecía ejercer sobre el escenógrafo.

Pero me equivoqué; Pedreira eligió “Vejez”, un rostro con muy pocos trazos, en el que la acción del tiempo era sugerida directamente a través de los múltiples pliegues del papel.

Ello me permitió presentar en muestras posteriores, las obras preferidas por quienes gustaban “jugar” con las mismas, porque aquella muestra era el “desquite” para el público de exposiciones. Por lo general, las obras nunca pudieron tocarse; aquí se les invitaba a hacer todo lo contrario (he visto que esta idea ha cundido en años posteriores). Es cierto que muchos se sonrojaban y miraban con recelo cuando se les caía pesadamente uno de los cubos del cuadro rompecabezas “Arme y desarme”, pero al ver que nadie se preocupaba por ello, seguían adelante con su entretenimiento.

La exposición de Humor Tridimensional, Cinético y Cibernético fue presentada después en el Centro de Informaciones Citroën, de la avenida Santa Fe, junto con el cortometraje de animación con maquetas “Por qué no me clasifiqué en las 24 Horas Citroën” –que yo filmara en película de 8 milímetros–, y por último, en la localidad de Morón, mi lugar de residencia, donde mi actividad periodística a través de la revista humorística “Humorón”, ya no me dejó tiempo para nuevas exposiciones individuales, y menos todavía, tratándose de tridimensionales y cinéticas.

Quién es quién en nuestro mundo del Blog

Osvaldo Laino:
HISTORIAS DEL PASADO
http://historiaspasado.blogspot.com/

Antes, los colegas en esta hermosa profesión del humor y la historieta nos encontrábamos en las redacciones de diarios y revistas cuando íbamos a entregar nuestras colaboraciones o el día de pago de las mismas. Ahora nos encontramos en internet… cuando sabemos dónde está cada uno. Por eso desde esta columna iré presentando a quienes comparten conmigo esta vocación comunicativa en la que a veteranos, intermedios y noveles nos guía un objetivo común: mantener y aún acrecentar el interés masivo que siempre supieron despertar la caricatura, el humor y la historieta. Hoy presentaré a mi colega Osvaldo Laino.

Laino, humorista gráfico y publicista rosarino, participó activamente en las publicaciones argentinas de los años 50, colaborando entre otros medios en “Pobre Diablo”, “El Trencito”, “Popurrí”, “Fígaro”, “Avivato” y “Loco Lindo”, figurando entre sus personajes, Musolino y Paganini. Fue asimismo, director de arte de “Ricuritas” y director de la mítica revista “Dibujantes” que fundara en setiembre de 1953, el emprendedor Juan Angel Sagrera, también rosarino, y dibujante antes que empresarios.

Laino viajó después a Venezuela y finalmente se radicó en U.S.A., publicando en revistas de ese país y de latinoamérica. Su regreso a la Argentina nos permite actualmente disfrutar del blog “Historias del pasado”, que se encuentra promocionado por el Museo de la Caricatura Severo Vaccaro y el Museo Itinerante, pudiéndose acceder al mismo por
http://historiaspasado.blogspot.com/

Laino también invita a disfrutar de sus trabajos recientes visitando su nuevo blog
http://osvaldolaino.blogspot.com

lunes, 7 de julio de 2008

¿Qué es lo más importante?

¿Cuántos de quienes vieron entrar ese 7 de marzo de 2004 a la sede de la calle Lima 1037, a ese hombre nonagenario, sabrían quién era él? Acaso ninguno; después de todo, ni durante su apogeo profesional son reconocidos los autores de personajes de historieta muy populares. “Che, gringo –le preguntaron en una oportunidad al ex luchador y dibujante, Milo Zavattaro–, ¿qué es lo que te gusta más: dibujar o luchar”. “Luchar –respondió–, porque luchando, se escuchan los aplausos…”.

Zavattaro fue compañero de este hombre nonagenario en la redacción de “Caras y Caretas”: me estoy refiriendo al dibujante peruano Raúl Valencia, fallecido el … de junio último, a los 98 años. Tenía cuatro menos cuando en una visita hecha a la Argentina, de la que había partido hace muchos años, concurrió al Museo de la Caricatura Severo Vaccaro; como yo no iba a poder hacerme presente, le hice llegar el dibujo y el texto que se reproduce en esta página y lo emocionaron bastante. ¿Qué cosa tan importante habré tenido que hacer ese día? Hoy me doy cuenta que nada debió ser más importante que reencontrarme por última vez –¿cómo no me dí cuenta antes?– con este maestro indiscutible que cubrió con su obra muchas páginas de la legendaria revista “Caras y Caretas” fundada por Eustaquio Pellicer, y otros medios gráficos.

La especialidad del peruano Raúl Valencia, nacido en Arequipa y de larga trayectoria en Buenos Aires, era la historieta muda, dentro de la cual el diario “La Razón” lo consideraba “un valor innegable”, anticipando: “La línea de este dibujante nuestro se encargar;a de demostrar que tiene más elocuncia que las palabras”.

En el mismo diario, Valencia se desempeñaba como caricaturista de política internacional, tal vez porque al caricaturizar a los políticos mundiales más encumbrados de la época, satisfacía indirectamente su ambición de “poder estampar su autógrafo en la alba importancia de los cuellos duros a su alcance”, como alguna vez lo manifestara.

Entre otras publicaciones, lo contaron como ilustrador –con su nombre o los seudónimos Dixon, Mario León y Raúl Shot– las revistas “Leoplán”, “Selecta”, “Chabela”, “Maribel” y “Cara Sucia”; también aportó los personajes humorísticos Tío Pedro, Juan Botas y Tío Juan.

La risa perdida...

“Cuando no ser pueden soslayar las necrológicas

LA RISA PERDIDA

Siempre que debo escribir sobre la desaparición de un colega, vine a mi memoria la reconvención del humorista Carlos Raffo, cuando en un mismo número de “Humorón” me referí a la muerte de Fernando Ochoa y de Jordán de la Cazuela:

–Al lector no le gustan las necrológicas… –había sentenciado mi gran colaborador.

Por ello, trato de referirme a esos colegas que ya no nos acompañan, sin solemnidad, limitándome a asentar una justa valoración de su aporte al humor argentino. Y pido al lector me dispense, si en esta oportunidad asumo la primera persona, pero entiendo que ciertos conceptos no pueden ser vertidos de otro modo…”

Así comenzaba en octubre de 1983, en el Nº 5 del Boletín del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro, mi evocación de tres colegas recientemente fallecidos: Alberto Cognigni (16 de junio); Manuel Kantor (8 de julio) y Alfredo Ferroni (17 de julio).

Carlos Raffo tenía razón: al lector no le gustan las necrológicas… pero menos aún le gustan a quien le toca escribirlas. Supongo que lo mismo les pasa a los encargados del Newsletter del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro encargados también de ser los primeros en informarnos, entre tantas buenas noticias, algunas de las otras, que a veces se suceden sin darnos tiempo a asumirlas. Tal la seguidilla que incluyó a Ricardo Violini, Rogelio Ferreyra (Roge) (27 de junio) y Néstor Fernando Córdoba (2 de julio).

Ricardo Violini fue el clásico dibujante de bajo perfil, pero intensamente laborioso. El auge de las revistas de historietas que empezara en los años 60 y se mantuvo por bastante tiempo, tuvo en él un representante imposible de obviar. Figuran en su haber personajes propios y ajenos –con guión y dibujos–, como La Pantera Rosa, El Inspector, El Oso Hormiguero, etc. que le encomendaban editores que contaban con esos derechos en la Argentina. Entre otros personajes ha dibujado además, Trinquete el grumete, para “Piratón Kid”; Capitán Centuria, para “Soplete”; El Tucán, Astillita (el Pájaro Carpintero), y El Lagarto Juancho, cuyas aventuras completas dibujadas por él, se publicaban en revistas homónimas.

Rogelio Ferreyra fue conocido como historietista a través de su personaje Atilio, un personaje que había publicado en 1975 en la revista “Media Suela” y al año siguiente comenzó a publicar en el diario “Hoy en la Noticia”. También creó Una familia tipo para la revista “Morisqueta” y alcanzó notoriedad desde el suplemento juvenil de “La Nación” con sus personajes Plic y Pluc, cuyas tiras, en 1985 fueron compiladas en un libro de Ediciones Hamelin, oportunidad en que muy generosamente, Roge me dedicara un ejemplar con estas palabras: “A Siulnas, el único humorista historiador que conoce la historia”.

Con Néstor Córdoba compartimos las páginas de los números iniciales de “Tía Vicenta”, cuando él firmaba “Néstor”, sus chistes gráficos; también colaboró, entre otras revistas, en “Bomba H”, “Loco Lindo” y “Anteojito”. Después se dedicó a la animación siendo coautor, junto a Jorge De los Ríos, de un personaje televisivo muy popular, al que bautizaron “Casimiro”. Integrante del plantel de dibujantes de García Ferré, ha sido uno de los animadores, entre otras producciones, de “Ico, el caballito valiente”, que en 1983 obtuvo el premio a la mejor película de dibujos animados, en el 13º Festival Internacional de Cine de Moscú. Néstor Córdoba había nacido el 10 de noviembre de 1929 en Rufino (S. Fe).